Ozonoterapia
Parkinson
La enfermedad de Parkinson es un trastorno que afecta a las neuronas, en particular a aquellas que producen dopamina (neurotransmisor), que participa en el control de los movimientos musculares. Como consecuencia, los síntomas resultan en trastornos del movimiento, como temblores, rigidez y movimientos lentos. Generalmente se manifiestan también disminución de la expresión facial, postura encorvada, caminar de pasos cortos y acelerados, y temblor de “cuenta monedas”.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes. Un caso conocido de Parkinson temprano es el del actor Michael Fox, que interpretó el papel de Marty McFly en la película “Volver al Futuro”, a quien a los 30 años le diagnosticaron esta enfermedad.
Hoy en día se acepta que el Parkinson está causado por múltiples factores, tanto genéticos como ambientales. Algunas investigaciones relacionan el Parkinson con algunos pesticidas. En su desarrollo es fundamental el estrés oxidativo, es decir, un desequilibrio entre las sustancias oxidantes y los mecanismo de defensa antioxidantes del organismo. Es sabido que un exceso de oxidantes acelera el envejecimiento y puede causar la muerte de las neuronas.
El actual tratamiento consiste en la administración de levodopa, que es el precursor de la dopamina. Sin embargo, este tratamiento no detiene el progreso de la enfermedad. Al inicio esta medicación es muy eficaz en el alivio de los síntomas, pero con el tiempo va perdiendo efecto efectividad y los síntomas se hacen más difíciles de tratar.
Ozonoterapia en la Enfermedad de Parkinson
Se cree que el estrés oxidativo está presente en numerosas enfermedades que afectan a las neuronas, como el Parkinson o el Alzheimer.
El ozono actúa en el organismo generando un estrés oxidativo muy pequeño y controlado, a través del cual estimula las defensas antioxidantes. Es por ello que está indicado en las etapas iniciales de la enfermedad, donde produce una gran mejoría de los síntomas (temblor, rigidez) y mejora además las funciones mentales.
Es importante destacar que el ozono además mejora la oxigenación de los tejidos, y estimula el metabolismo, por lo que aumenta la energía disponible para las células. Esto produce una mejora en las actividades de vida diaria de los pacientes, lo que sin duda mejora su calidad de vida. Por otro lado, facilita una mejor circulación de la sangre a través de los vasos sanguíneos más finos, lo que mejora la llegada de oxígeno y nutrientes a las células.
Gracias a estos efectos el tratamiento de ozonoterapia es muy útil complementando a las terapias convencionales.
La cantidad y frecuencia de las sesiones dependerán de la evolución del paciente. El modo de administración es a través de una vía sistémica, puede ser por vía rectal o a través de un suero ozonizado.