Servicios - Epilepsia
Definimos a la epilepsia como un grupo de
trastornos neurológicos caracterizados por episodios como crisis
convulsivas, trastornos sensoriales, anomalías del comportamiento y pérdida
de la conciencia, a veces se presentan todos estos síntomas juntos. En todos
los tipos de epilepsia se produce una descarga incontrolada en las células
nerviosas de la corteza cerebral, es como conectar el cerebro a 220W de
potencia. La frecuencia es muy variable y puede producirse desde varias
veces al día hasta intervalos de varios años. En los sujetos predispuestos
las crisis convulsivas pueden aparecer durante el sueño o tras la
estimulación física, como por ejemplo un sonido fuerte o también trastornos
emocionales.
Las causas de esta patología pueden ser múltiples: lesiones
producidas durante el parto, trastornos circulatorios producidos en
determinadas áreas del cerebro, caídas, traumatismos, hemorragias
cerebrales, tumores cerebrales, infecciones intracraneales, intoxicaciones o
desequilibrios químicos, causa genéticas. Aunque en el 60 % de los casos no
se registran las causa que originan la enfermedad.
Si bien la epilepsia raramente se transforma en una amenaza para la vida,
siempre existe la esperanza que surja una droga antiepiléptica efectiva que
evite consecuencias en el paciente como puede ser el daño cognitivo que los
medicamentos ocasionan con el correr del tiempo. Se define al paciente
epiléptico como fármaco dependiente es necesario que el enfermo ingiera los
medicamentos indicados por el profesional y se le efectúen dosajes en sangre
correspondientes.
CIRUGÍA:
El estudio de cada caso, el trabajo de un equipo interdisciplinario
altamente capacitado permite seleccionar rigurosamente el paciente que se
beneficiará con la cirugía. El objetivo de la cirugía de epilepsia es
reducir significativamente las crisis o eliminarlas. Tras un exhaustivo
estudio del paciente con la ayuda de la alta tecnología se logra determinar
qué zona del cerebro provoca la crisis. En muchas oportunidades esto se
constituye en un foco que es factible remover del cerebro mediante
microcirugía para terminar con las crisis. En este tipo de intervención
prácticamente no existen riesgos. Muchas veces el paciente intervenido debe
continuar con su medicación durante un tiempo ya sin sufrir las crisis.