En la radiografía se observa una mayor transparencia y delgadez de las estructuras óseas.
Es más frecuente en las mujeres, luego de la menopausia, en enfermedades de malabsorción, acromegalia, diabetes, hipertiroidismo, artritis reumatoidea, leucemias y otros.
En cuanto a los síntomas, se caracteriza por dolores óseos generalizados, especialmente a lo largo de la columna vertebral, zona interescapular y se acentúan luego de permanecer largo tiempo de pie. A veces se producen contracturas musculares y fenómenos de artrosis en las pequeñas articulaciones.
Una piel seca y la acentuación de la cifosis dorsal acompañan estos síntomas. Disminuye la altura del tronco a consecuencia del colapso de algunas vértebras dorsales.
La densitometría es el método más fidedigno para realizar el diagnóstico de osteoporosis.
Las aplicaciones de ozono por autohemotransfusión están indicadas porque interviene en el metabolismo de las proteínas aumentando indirectamente la masa muscular y ósea.
Su efecto analgésico produce una disminución de los dolores y con ello se observa una mejoría de la movilidad corporal.